4. Desdoblamiento

La palabra que suena en la city, en los videographs de los canales de noticias, en los diarios, en las redes. Ámbito:  “Dólar: en el mercado financiero y las empresas se empieza a hablar de desdoblamiento”. IProfesional: “Dólar: por qué los analistas prevén más cepo o desdoblamiento cambiario”. La Nación: “Dólar ‘turismo’: desdoblamiento, más cepo o impuestos, qué restricciones podría imponer el Gobierno”. BAENegocios: “Desdoblamiento y convertibilidad vuelven al debate en la cima del poder”. Según detalla ahí Alejandro Bercovich: “Algunos empresarios empezaron a proponer en público un desdoblamiento formal del tipo de cambio, con un dólar turista más caro y un dólar ‘productivo’ más barato al que accedería solo con permiso”.
Pero si ya está desdoblado, me dicen. Esta semana reconocí por primera vez la sigla “CCL” (por “contado con liquidación”) en redes.
No quiero pensar en el dólar. No soy ni turista ni empresaria; prefiero entretenerme con la palabrita. 
Desdoblamiento: ir para atrás con un doblamiento. Algo que había sido doblado, se desdobla; solo funcionaría para sábanas, o servilletas, o camisas. Como en batacazo -que no viene de ningún *bataco- también hay un problema de afijos traicioneros. 
Ok, es la segunda acepción de la RAE, “2. tr. Separar algo formando dos o más elementos semejantes”. Google me lleva también al desdoblamiento de personalidad, y al desdoblamiento astral o experiencia extracorporal, “la capacidad de separar el alma o espíritu del cuerpo físico”. Pienso en la mediumnidad (N91P04) y la hauntología (N91P03): ¿se doblarán las sábanas de los fantasmas? Osofronio lo hacía en  Bilembambudín.
Doblar el dólar. Doblegarlo.
Pienso en los largos meses de pandemia en que abandonamos nuestros cuerpos tras las pantallas para tratar de existir de otra manera, virtual o la que fuera, y en cómo la palabra “presencialidad” validó ese desdoblamiento. Y en lo que dijo Laura Kalauz: que los cuerpos que faltan son los nuestros.
Todo eso para no ponerle el cuerpo al dólar. Porque no soy empresaria ni turista, no acabo de llegar ni soy un extraño: sé que pase lo que pase voy a perder.