3. Antífrasis

“El origen de la enantiosema está a menudo en una figura denominada antífrasis, por la que se designan personas o cosas con voces que significan lo contrario de lo que se debiera decir, y en los usos irónicos. Dado el marcado contraste de significados, rara vez la enantiosema origina ambigüedad”, dice Fundéu
En la película Generación X (Reality bites,1994), Lelaina (Winona Ryder) iba a una entrevista de trabajo donde le ordenaban: ‘definí ironía’. Ella se mareaba, no sabía qué decir, fallaba. Salía y se lo contaba a Troy (Ethan Hawke), el slacker, que contestaba: “Es cuando el significado real es completamente opuesto al significado literal”.
Suma Netmey: “Uno que viene experimentando antífrasis de unos años a esta parte es el adverbio ‘mal’, usado para responder algo onda ‘sí, muchísimo’ o ‘sí, tal cual’. Creo que sigue los pasos de su padre, el adjetivo ‘mortal’; su abuelo, ‘brutal’; y su bisabuelo, ‘bárbaro’. Una vez que hablaba de este tema en clase, una alumna me dijo que era catequista y le había pasado de explicar a sus alumnitos los ‘pecados mortales’, y uno de los nenes le preguntó si se llamaban así porque estaban buenísimos’”. 
Pienso en este temazo beatle que dice  “I want you so bad”.  
La palabra que inauguró este newsletter era un autoantónimo al límite de lo tolerable: de nazi (N01P01). Lo descubrí gracias a un alumno en medio de una clase sobre Voloshinov, quien decía aquello de que “cualquier injuria puede llegar a ser elogio”. Esa idea funciona bien con nuestro insulto mayor. Y hasta con emojis: este 🤣 es señal de vejez, ahora la risa se marca con 💀 (dicen).
Voloshinov puro. Un chiste. Un placer.
Y que las inteligencias artificiales bufen.