1. Belindia

La palabra lleva casi medio siglo dando vueltas. Esta semana volvió a la conversación en Argentina gracias a un artículo que publicó Alfredo Zaiat en Página/12, el domingo: “Consumo explosivo y la plata no alcanza”. 
Dice: “La marcha económica está mostrando dos rostros opuestos que colaboran a la confusión general (…): consumo récord en algunos sectores con actividad industrial en constante crecimiento, al tiempo de ingresos de trabajadores y jubilados insuficientes en un contexto de inflación muy elevada. Con particularidades y todavía con rasgos heterogéneos diferenciadores, la economía argentina se está pareciendo cada vez más a las del resto de la región, tendencia que se acentúa luego del padecimiento de las recurrentes crisis macroeconómicas. Durante mucho tiempo una forma de estudiar el proceso económico brasileño era sintetizarlo con el término Belindia. A mediados de la década de los ’70, el economista brasileño Edmar Lisboa Bacha acuñó esa definición para referirse a su país. Con este término apuntaba cómo unos pocos ricos vivían en condiciones parecidas a las de Bélgica, mientras la mayoría de la población empobrecida brasileña vivía en condiciones similares a las de India.” Según cuenta Jorge Rosales, Alfonsín lo usaba en los 90 para graficar un futuro indeseable.
“Esta es una forma de evaluar cómo se distribuye el ingreso y, al ser regresivo, cómo se profundiza la desigualdad pese a indicadores macroeconómicos generales positivos”, marca Zaiat. “No se trata de la discusión política sobre el vaso medio lleno o medio vacío de un ciclo económico, sino de interpelar un determinado régimen de acumulación que consolida la existencia de esas dos economías.”
El texto de Bacha es “El economista y el rey de Belindia: una fábula para tecnócratas” (1974). Me sorprende que 48 años después siga funcionando intacta la idea de Bélgica = bueno, India = malo. Sebastián Campanario destacaba un tuit que muestra que hoy los CEOs de 14 megaempresas globales (empezando por Google, Microsoft, Adobe, Twitter, IBM) son de origen indio.