1. Jakapil kaniukura

“Con el descubrimiento la semana pasada del Jakapil, ya se puede aprender el abecedario sólo con dinosaurios argentinos”, tuiteó Martín De Ambrosio el viernes, y mostró este hermoso póster firmado por CONICET, la Asociación Paleontológica Argentina, la Universidad Maimónides y la Fundación Azara.
El Jakapil kaniukura era un dinosaurio acorazado, bípedo, herbívoro, del tamaño de un perro grande: pesaba entre cuatro y siete kilos, medía un metro y medio de largo. Algunos de sus huesos fueron encontrados en La Buitrera, Cerro Policía, Río Negro. Es el primer dinosaurio acorazado -o tireóforo- del Hemisferio Sur, y “el único acorazado primitivo en haber llegado hasta la era Cretácica”, según explicaron Sebastián Apesteguía y Facundo Riguetti, del CONICET. Junto a Xabier Pereda Suberbiola (Universidad del País Vasco) publicaron el hallazgo en la revista Nature; el primer autor es Riguetti, becario doctoral, que desarrolla una tesis sobre dinosaurios acorazados. 
El Jakapil vivió hace casi cien millones de años (Cretácico Tardío). “Pertenece al grupo de los tireóforos, cuyo rasgo más distintivo era la presencia de varias hileras de huesos dérmicos en forma de escudos que protegían el cuello, lomo y cola del animal, similar a lo que ocurre en los cocodrilos actuales”, se destaca en una nota publicada por CONICET. “La armadura del cuello de este dinosaurio es particular y protegía esa zona delicada de los ataques de depredadores”, explicó Apesteguía. Aquí una reconstrucción digital (¡con audio y video!) a cargo del paleoartista Gabriel Díaz Yantén.
“La característica más llamativa de ese animal es la cresta en la parte inferior de la mandíbula, desconocida para todos los otros tireóforos, y que es la que le da nombre a la especie (kaniukura en mapudungún, idioma mapuche, significa cresta de piedra)”, detalló Apesteguía. Y Ja-Kapil “significa ‘portador de escudos’ en lengua guenenna iajesh, puelche o tehuelche del norte”, consigna Télam. 
Claro que hay memes del acorazado argentino. Aquí mi favorito
Al parecer no se conoce la función de la cresta. Podrían ser “funciones más relacionadas con la exhibición”, dijo Apesteguía. Postureo cretácico.