3. Plutócratas

Desde que el lunes supimos que el mercurial Elon Musk había comprado Twitter por 44 mil millones de dólares, empezó a correr el rumor de que un selecto grupo de mega multimillonarios estaba detrás.
El viernes, el Wall Street Journal publicó una exclusiva contando la interna, “El equipo en la sombra que alentó la toma de posesión de Twitter de Elon Musk”, donde habla de “la mafia de Paypal”. Dice: “El cofundador y ex CEO de Twitter Jack Dorsey, que dimitió el año pasado bajo la presión de su junta directiva, susurraba al oído del señor Musk que Twitter debería ser una empresa privada, dicen personas familiarizadas con el asunto”. Y también: “Antes y durante la vertiginosa adquisición de Twitter por parte del Sr. Musk, un grupo de activistas y empresarios de tendencia libertaria le han animado a participar. Este grupo incluye la llamada mafia de PayPal -ex ejecutivos de la empresa de pagos en línea que incluyen al Sr. Musk, el inversor Peter Thiel y el empresario David Sacks- así como figuras auxiliares como el capitalista de riesgo Steve Jurvetson, uno de los primeros inversores de Tesla (…); y el hermano del Sr. Musk, Kimbal” 
Tuiteaba Dorsey el lunes: “En principio, no creo que nadie deba poseer o administrar Twitter. Quiere ser un bien público a nivel protocolar, no una empresa. Sin embargo, para resolver el problema de que sea una empresa, Elon es la única solución en la que confío. Confío en su misión de extender la luz de la conciencia.”
Comentaba Natalí Incaminato: “El vocabulario de ‘misión y luz’ a tono con el mesianismo epocal mezclado con la ingenuidad de ‘not a company’. Esto es básicamente lo que rige el mundo, un grupo de plutócratas flasheando ilustración bondadosa”. Entre las respuestas, dijo @Rocabatu: “La parte más efectiva de Don’t Look Up era justo el plutócrata que se ofendía si lo consideraban un mero empresario”.
Me causa gracia la palabra plutócrata, me hace pensar en Pluto el perro y en el planeta Plutón, que viene del dios romano Plutón, de los infiernos, a quien no hay que confundir con el dios griego de las riquezas, Ploutos. Pero no hay nada gracioso.