5. Ecosexual

En mayo, la artista y activista Paula PIn me habló del Manifiesto Ecosexual de Annie Sprinkle y Beth Stephens (2014). Empieza así: 
“(I) Somos les ecosexuales. La Tierra es nuestra amante. Estamos loce, apasionada y ferozmente enamorades, y agradecides por esta relación cada día y todos los días. Para crear una relación más mutua y sostenible con la Tierra, colaboramos con la naturaleza. Tratamos a la Tierra con amabilidad, respeto y afecto. 
(II) Hacemos el amor con la Tierra. Somos acuófiles, terrófiles, pirófiles y aerófiles. Abrazamos árboles sin vergüenza, masajeamos la Tierra con nuestros pies y hablamos eróticamente con las plantas. Somos naturistas, adoradores del sol y observadores de estrellas. Acariciamos rocas, nos dan placer las cascadas, y admiramos a menudo las curvas de la Tierra. Hacemos el amor con la Tierra a través de nuestros sentidos. Celebramos nuestro punto T [our E-spot, por Earth, Tierra]. Somos muy sucies [un juego de palabras con dirt, que es suciedad pero también tierra]”.
El tercer punto dice “Somos una comunidad global ecosexual que crece rápidamente”. El cuarto, “Somos activistas ecosexuales”: “Salvaremos las montañas, aguas y cielos por cualquier medio que sea necesario”. El quinto, “Ecosexual es una identidad”: “Les ecosexuales pueden ser GLBTQI, heterosexuales, asexuales, y/o otres. Invitamos y alentamos a les ecosexuales a salir [del clóset]”. El sexto y último es un pledge, “El compromiso ecosexual”: “Prometo amar, honrar y valorar la Tierra, hasta que la muerte nos reúna aun más para siempre”.  
Sprinkle y Stephens definen “ecosexual” como:
“1: Una persona que encuentra a la naturaleza romántica, sensual y sexy. 
2: Una nueva identidad sexual. 
3: Una persona que imagina a la Tierra como su amante.
4: Un término usado en citas que describe a personas interesadas en el ambientalismo. 
5: Una estrategia de activismo ambiental. 
6. Un nuevo movimiento. 
7. Ver el Manifiesto Ecosexual.
8. Todavía por definir / explorar.”
El Manifiesto tiene una versión 3.0 de 2020 con addendas por el Covid-19.
“Ser ecosexual es un modo de ser anarcofeminista”, dice Charlotte von Mess en ElDiarioAr. “Se dejan a un costado los supuestos beneficios que daría el tener una pareja sexoafectiva. Ya no hay otro para que te salve ni te complete ni te cuide”. Cita el film Ammonite, donde una mujer “está horas y horas sola en la playa, que en verdad sería está horas y horas con la playa”. 
Dice Annie Sprinkle que al ver a la naturaleza como a una amante, no como a una madre, ya no podemos hacerle cualquier cosa: hay un dar y recibir, una responsabilidad. Otra posición.