3. Presencialidad*

Esta salió tercera en el ranking de votos, sumando a “presencial” y “presencialidad plena”. Estaba segura de que había salido el año pasado, pero no: “presencialidad” es la N24P09, de febrero. Qué año más largo. 
Decía entonces: “Otra palabra full pandemia. Hace apenas un año, preguntar si un evento iba a ser presencial era un sinsentido, como preguntar si un concierto era acústico antes de la electricidad, si una calle era peatonal antes de los autos. Hay cosas que sencillamente no se pueden imaginar hasta que suceden. 
Incluso si ya sucedían. Las videoconferencias ya existían: Skype se fundó en 2003; en los Juegos Olímpicos de invierno 1995 se tocó la Oda a la Alegría con una orquesta repartida en cinco continentes; ya entre 1936 y 1940, la oficina de correos alemana tenía un circuito cerrado de tevé para conversar cara a cara (no pienses en un elefante rosa). Pero una teleconferencia no es una reunión. Durante un tiempo -corto- aclaramos “reunión virtual”, “taller virtual”, “clase virtual” (o remota: lo discutimos en N18P04). Y después dimos vuelta a la esquina y nos acostumbramos; lo no marcado, lo habitual, empezó a ser la interacción digital, a distancia. Así nació, como excepción, como futuro añorado que busca el pasado, la presencialidad (no presenciabilidad, por suerte)
”.
No lo sabía en febrero, pero esa es la definición misma de retrónimo
Fue distinto con “presencialidad plena”, la N52P09, en septiembre: 
¿Cómo llamar al retrónimo del retrónimo? Cuando escribí sobre “presencialidad” (N24P09), en verano, no había dado todavía con “retrónimo” (N36P01), tesorito de otoño (…) el binomio virtualidad / presencialidad ya no alcanza para dar cuenta de lo que vivimos: necesitamos otros matices. Porque si presencialidad es lo que había en las escuelas desde febrero, ¿qué es esto de ahora? (y si fuiste como eras, ¿cómo sos?) Y bueno: presencialidad plena, para nombrar a aquello que es como solía ser antes de que empezáramos a pensar en estas cosas. Con la paradoja de que ya no es igual: es lo que era, más la conciencia de su fragilidad.”