9. Presencialidad plena

¿Cómo llamar al retrónimo del retrónimo?
Cuando escribí sobre “presencialidad” (N24P09), en verano, no había dado todavía con “retrónimo” (N36P01), tesorito de otoño: “Una palabra o frase creada porque un término existente que antes se usaba solo necesita distinguirse de un término que se refiere a un nuevo desarrollo”. Igual la presentía. Decía en febrero: “Dimos vuelta a la esquina y nos acostumbramos; lo no marcado, lo habitual, empezó a ser la interacción digital, a distancia. Así nació, como excepción, como futuro añorado que busca el pasado, la presencialidad”. 
Siete meses después, el binomio virtualidad / presencialidad ya no alcanza para dar cuenta de lo que vivimos: necesitamos otros matices. Porque si presencialidad es lo que había en las escuelas desde febrero, ¿qué es esto de ahora? (y si fuiste como eras, ¿cómo sos?) Y bueno: presencialidad plena, para nombrar a aquello que es como solía ser antes de que empezáramos a pensar en estas cosas. Con la paradoja de que ya no es igual: es lo que era, más la conciencia de su fragilidad.