3. Rucci

“El instrumento más relevante [de Clics Modernos], para mí, es la máquina de ritmos TR808, un aparato increíble que Roland había sacado hace muy poquito. De hecho había muy pocas en el mundo y se la tuvo que ir a buscar a Estados Unidos. Es la que suena en “Inconsciente colectivo”: una especie de loopera vintage, rectangular, con un montón de botones y perillas, que sintetiza sonidos de baterías y percusiones. O sea: vos podías programar toda la batería de un tema con estos sonidos. Le dabas play y tocaba sola. Hoy es una pavada eso; lo hacés con cualquier teclado con sequencer o con la compu. Pero en el 83 era algo súper novedoso, y a Charly le vino al pelo, porque podía armar los temas él solo, en su casa, mientras Charly le hacía la base. Recordemos que el año anterior se había quedado sin banda. La bautizó Rucci, en honor al dirigente sindical asesinado en el 73, dos días después del triunfo de Perón en las elecciones”, cuenta Sebastián Furman, en el maravilloso podcast La canción sin fin
“En Clics Modernos (…) cruzó New York con la resistencia rupestre a la dictadura que se iba (“Lennon y Rucci”)”, dice Martín Rodríguez. “Charly encarnó la lucidez de esa ‘contracultura’: una politización adentro de otra. Lo primero: mirar con extrañamiento lo que la militancia naturalizaba en los setenta. ¿Y qué era eso? La muerte, la propia y la ajena, la disciplina del cuerpo, las colimbas militares, las colimbas militantes, la censura, la autocensura, la pesadilla azul. ¿Y qué miraba con extrañamiento en los ochenta? Los ritmos primaverales de esa vuelta que no veía su propio zombie, su propia sombra. “Transas” es la canción para darle vuelta el bolsillo a la época. García, que era un gran importador de tecnología, de teclados, de músicas, de ideas, trae que la democracia viene con el mercado bajo el brazo”. Sintetiza Florencia Angilletta: “vino con la democracia de mercado bajo el brazo en Clics modernos”.