5. Criptorizate

Hay cosas tan grandes que no se ven venir, porque no hay cómo, no hay con qué. Hiperobjetos, diría Morton. Como la crisis climática, la producción de ignorancia o las criptomonedas.
Buenos Aires lleva meses inundada de avisos que promocionan la compra de criptomonedas como “simple”. Afiches pegados en la calle o ploteos en los colectivos, no en páginas de revistas especializadas. Avisos para el 99 por ciento, por no decir para la gilada. 
Binance, Bitson, Buenbit, Skrill, Belo, Quantia… se llenó de vendedores de salvaciones. Un aviso de la plataforma de criptomonedas Binance en Twitter dice simplemente “Criptorizate”. (La palabra, con esa r inventada, suena con problemas; es lo que pasa cuando tratás de verbalizar un prefijo, pero no es el punto). Criptorizate, como si fuera una cuestión de actitud. Otros avisos insisten en lo fácil que es entrar al mundo de las criptomonedas, e incluso lo muestran como un puente al dólar: ponés pesos, comprás criptodólares (N24P06). Uno más agresivo, de Binance, prometía regalar diez dólares a las primeras 5000 personas que compraran 50 en criptomonedas. Otro mostraba un montón de pesos, como símbolo de emisión monetaria, y tiraba “es hora de pasar al plan ₿”.
No hace falta ser economista para entender que en un país donde la plata se devalúa cada vez más rápido, cualquier agujero es trinchera. Hace poco vi una conversación llena de consejos de “comprá cripto” ante la pregunta de cómo cobrar un trabajo del exterior. Decía Juan Ruocco: “cobrás la guita afuera (paypal, payoneer, llc, whatever) la metes vía cripto, la liquidas a pesos precio blue o a dólares en una cueva. dos googleadas. tres máximo”.
Joe Biden ya le está ajustando las tuercas a las cripto. Hasta Alberto Fernández las mencionó. Mientras tanto, se inunda de mensaje como este: “Es muy fácil hacer dinero en #Crypto: – Haz tu propia investigación – Invierte con convicción – Obtén ganancias en el camino – Usa Defi para generar ingresos”. Me pregunto fácil para quién, con qué criterios. Y también, cuándo se ha visto que llueva plata.