3. Negra

¿Quién puede usar la palabra “negra”? Esta semana también tuvimos ese debate en Argentina, donde la presencia de afrodescendientes es mucho menor que en Estados Unidos. Aquí también es mucho más bajo el volumen de la conversación sobre racismo; fue un debate casi de nicho. Se disparó a partir de una campaña en vía pública de la marca Converse. Hay un afiche con una foto de una chica negra sonriendo y un texto: “Sí, negra. Talentosa y decidida, también”. Y abajo, un usuario de Instagram, @jenniferpaarker_, un código QR y el logo de Converse.
En Twitter hubo reacciones que acusaban a la marca de racismo, como esta, esta o esta, entre otras. La protagonista de la campaña, Jennifer Parker -modelo, cantante y activista antirracista- salió a defenderla. “Hola, la negra soy yo, es mi identidad y es como me identifico. Yo pedí que pusieran esa palabra porque así ha sido toda mi vida. Es mi identidad junto con mi nombre”, dijo. Fue secundada por otras personas que invirtieron la carga de la prueba: “Sabes qué es racista? Que incluso después de que te ha explicado de qué va sigas con la cantaleta y te creas con el derecho de decirle a una persona racializada como sí o como no enunciarse. Esa pose de blanca salvadora no te la compro” Otra: “Bueno, enfócate en mujeres blancas como tú y no decidas qué ofende a mujeres negras” Una más: “Racista es pensar que decir que una persona negra es negra es racismo”.  La última, retuiteada por la propia Jennifer: “Voy a explicar porque esto NO ES RACISMO , simplemente porque la persona de la gráfica se apropia de una palabra que se usó por siglos como insulto ! Y le da otro sentido la humaniza, lo que les molesta en realidad es que hay una NEGRA EN LA GRÁFICA ! Doble moral, no gracias!”
O sea que finalmente, como decía Voloshinov (¡N01P01!), “todo  signo  ideológico vivo  posee,  como  Jano  bifronte,  dos  caras. Cualquier  injuria  puede  llegar  a  ser  elogio”. O quizás, como decía Humpty-Dumpty, “la cuestión es quién manda y se acabó”.