6. Chicago Boys

“Que este día dichoso sea el comienzo del fin del reinado global de los #ChicagoBoys. Comenzó en Chile en 1973, a sangre y fuego. Que esto tenga eco en todo el mundo.”, tuiteó el domingo Naomi Klein, la periodista canadiense que fue emblema del movimiento antiglobalización con sus libros No logo y La doctrina del shock.
Me resonó a años noventas, a luchas viejas. Y sí, Chile está dando batallas antiguas y no por eso terminadas. 
En 1955, plena Guerra Fría, cuatro profesores de la Universidad de Chicago llegaron a la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC). Allí reclutaron a una veintena de estudiantes y los becaron para cursar posgrados en el departamento de Economía de la Universidad de Chicago, dirigida por Milton Friedman, el premio Nobel de la frase “El mercado siempre acierta”. La “Escuela de Chicago”, como marca Mario Benedetti en “El sur también existe”. 
Al volver a Chile, los “Chicago Boys” le acercaron a los militares un programa económico basado en el libre mercado. Durante la dictadura pinochetista, desde el ministerio de Economía y el Banco Central, vertebraron una política basada en reducir el Estado y el gasto público para dejar libre acción a la iniciativa privada: la famosa mano invisible del mercado. La mano sangrienta. El mismo Friedman acuñó el término “milagro chileno” para referirse al crecimiento del PBI que se logró a costa de estas políticas de ajuste neoliberal. 
Hoy Chile tiene el PBI más alto de América latina, pero explotó de desigualdad: según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), más de una cuarta parte de la riqueza del país está en manos del 1 por ciento, y las tres cuartas partes de los ingresos familiares se van en pagar deudas. El actual jefe de asesores presidenciales, Cristian Larroulet, es un Chicago Boy. Según entiende Klein y buena parte de la sociedad chilena, es la idea misma del éxito a cualquier costo humano la que fue rechazada en el plebiscito del domingo.