6. Inteligencia

Buena parte de las discusiones sobre la inteligencia artificial revolotean sobre un implícito en disputa: a qué llamamos inteligencia. Navarro y López Gabrielidis se van hasta el nous de la Grecia antigua tratando de rastrear y anclar ese sentido flotante, y plantean el contraste entre “el neorracionalismo [que] sostiene que la inteligencia puede reducirse a un conjunto de funciones que pueden ser realizadas en diversos soportes materiales con independencia de ellos” y “la tesis contraria: la de la conciencia encarnada, que defiende la interdependencia de la mente y el cuerpo”. 
Por ahí va también Sofía Scasserra en la charla “¿La inteligencia artificial representa un futuro sin empleo?”, en el ciclo encUEntros.  “Inteligencia artificial lo que se dice inteligencia artificial, no existe. No existe tal cosa como la inteligencia artificial, porque la inteligencia es mucho más que la capacidad enorme que tenemos de procesar datos a través de sistemas de inteligencia artificial o de machine learning. Hemos creado un sistema estadístico súper complejo y preciso, pero inteligencia, lo que se dice inteligencia, no es. Y es porque la inteligencia es mucho más que la sola capacidad de procesar datos: es nuestra capacidad de crear, de ilusionarnos, de sentir, de predecir, de innovar y de tantas cosas más. La inteligencia es el sexto sentido que tenemos en nuestro cuerpo, que tenemos inserto en nuestro cuerpo, y que muchas veces no lo consideramos un sentido; pero la realidad es que no puede ser reemplazado por un mero sistema de procesamiento de datos.”