4. Shitcoins

Hay una versión conspiranoica -o quizás simplemente realista, quién sabe- que dice que la implosión de la stablecoin UST y de Luna no es una consecuencia de su volatilidad intrínseca, sino una maniobra del capital de riesgo. Se ve, por ejemplo, en un hilo de Twitter que comienza así: “¿Por qué cayó $UST y $LUNA? En resumen, Blackrock/Citadel acabaron con ellos. Os explico cómo.” Blackrock y Citadel salieron a desmentir esto, y aseguran que no operan con UST.
Esta no es la única teoría que circula con la idea del “ataque orquestado” desde el sistema bancario. Según recogió CryptoNews, desde hace varios días rondaban en el criptoespacio otros rumores. “Entre ellos, uno que asegura que Fir Tree Capital Management, un fondo de cobertura de USD $4.000 millones, quería vender en corto USDT a principios de este año.”
Más allá de su retórica, muchos criptobros se veían tan desconsolados -y desconcertados- como las víctimas de Cositorto y su estafa piramidal, Generación Zoe. La gran diferencia es que nadie les indujo personalmente a poner su plata en UST.
Me gustó este meme que ilustra una posición: “No invertiste in shitcoins ponzi, son Citadel y Blackrock los responsables”.
O quizás las dos cosas coincidan.
Shitcoins ya era una palabra usada por Infobae en abril de 2021. Así la definía Maximiliano Hinz, Latam Operations Director de Binance: “Es un nombre peyorativo que se le da a las criptomonedas que tienen proyectos que no parecen muy respaldados de entrada, es decir, monedas de alto nivel especulativo”.