1. Desmadró

Entre el ruido de la semana, escuché que el presidente decía: “la situación claramente se desmadró”. 
La palabra me dio frío. Los números se acumulaban: contagios, internaciones, personas entubadas, camas de terapia intensiva ocupada, muertes. Cada vez más. Los relatos se apilaban: “el mejor amigo de mi hermana”, “mi vecino”, “el marido de mi amiga de la infancia”, “mi papá”, y así. Desprotección.
La palabra me dio frío, y eso que tengo suerte: tengo madre, y hasta está semivacunada (N24P03). Soy madre también, y siento que me desmadro cada día, en cada grito que no consigo reprimir, en cada frustración por no poder evitar que mis hijas se aburran, se angustien, se asusten.  
Dice el Diccionario Enciclopédico Vox (2009): 
desmadrar
    tr. Separar de la madre [las crías del ganado].
   rnl. Salirse de madre [un arroyo, torrente, etc.].
   fam. Perder la cordura y la dignidad.
  fam. Actuar fuera de los límites de cualquier tipo de convencionalismo.

Donde madre es cauce y deber ser, lo conocido y lo seguro. Desmadrarse: abandonar toda certeza.
Ayer temprano llegó un mensaje de la escuela. “Estimadas familias, les comunicamos que todo el grado queda aislado ya que la docente presenta síntomas de sospecha de Covid-19, está a la espera de la visita médica domiciliaria”. No, por favor, no la seño. Se me vino la palabrita: más desmadre. 
Hoy fui a buscarla y descubrí que el presidente se refería al precio de la carne. Bueno, eso también.