1. Covinvicta

Esta es de Ana Laura Maizels y (creo) de nadie más (hasta ahora, que se vuelve nuestra). Decía Ana el martes: “Covinvicta (?) Tomá, RAE, ahí tenés otra: ‘yo estoy covinvicta. Todavía no me contagié’. Venía a cuento de las palabras relacionadas con el COVID-19 que está incorporando la Real Academia Española a su Diccionario histórico de la lengua española, con tantas críticas que tuvieron que salir a aclarar que el hecho de sumarlas “no supone un aval para su uso”, ni “tampoco implica en ningún caso que se esté considerando su inclusión en el Diccionario de la lengua española (DLE)”. Cuestión de “producto diccionarístico”, como sugieren Paula Salerno y Daniela Lauría en Discursópolis.
El martes a la tarde fui a una consulta médica de control que había postergado en 2020. La doctora me preguntó: “¿Tuviste COVID?”. Nunca me lo habían preguntado antes. Sigo covinvicta, por ahora. mientras miro cómo se va inclinando la balanza invisible que marca qué es normal, qué es raro y qué extraordinario. Meses -¡décadas!- de covinvicta sin saberlo. Convicta; con vida.